Era allá por Mayo de este año 2.019, cuando alguien del equipo, en una de las clases de los viernes, («clase de la muerte»), propuso hacer la Behobia. ¿Qué dónde es eso?….., pues una carrera de 20 kms por asfalto, muy famosa y concurrida, que se corre entre Irún (Behobia), y San Sebastián, cada segundo domingo del mes de noviembre desde hace 100 años. En este 2.019, se ha corrido la 55 edición, (no todos los años se ha podido organizar)…, pero la realidad es que sí era este año el centenario, (1.919 – 2.019)
Unos cuantos aceptaron el reto; esa misma semana nos conseguimos apuntar todos, (no sin dificultades, porque a veces se colapsa la web de inscripciones, a veces no quedan dorsales libres, etc….), y al final, todos los que dijimos de ir, teníamos dorsal oficial. Lo siguiente era, (sin prisa pero sin pausa, por la masiva participación de la carrera), conseguir alojamiento en San Sebastián: algunos fueron a Igueldo, otros a Ondarreta y alguno a Zarautz. Todo bien, todos colocados y con techo donde dormir un par de noches.
Aquí viene parte de la esencia de esta carrera: que es el domingo, que se celebra fuera de nuestra comunidad y área de influencia, y esto «obliga» a tener que programar viaje de un par de días como mínimo. Gran acierto esto, ya que nos da pie a convivir, fuera de casa, con el grupo, lejos de los entrenamientos típicos, y saliendo a disfrutar de la ciudad, los bares, la comida y la maravillosa compañía de los amigos/compañeros de equipo.
Doy fe que se dió buena cuenta de estas cosas en el casco histórico de San Sebastián el viernes por la noche: cena de pintxos, txakolí, cerveza y ¡¡ sidra !! (va por Mario, que al final le hicimos caso y bien que nos la tomamos). Después un rato de bailoteo y a dormir, que al día siguiente había que «activar».
El sábado, aún lloviendo aunque no fuerte, salimos a soltar piernas por la maravillosa playa de La Concha, (he de decir que no todos activaron, para ser fieles a lo que pasó)…, pero sí alguno que otro, dió buena cuenta del entreno que nos habían puesto para el día antes de la carrera: 6 kms a ritmo suave y disfrutando del paisaje. Hasta el gran Gerbelasse estaba por allí «activando» el sábado por la mañana, eso sí tapado hasta las cejas y solamente se le veía el blanco de los ojos. Madre mía qué frío estaba pasando el muchacho……
Por la tarde una buena comida en un asador, y luego paseo por el centro, algunas compras, y ya se puso a llover tan fuerte, que hubo desbandada general, y cada uno a su alojamiento a descansar para el día siguiente, (la noche del viernes había sido durilla)
Por la noche, mucho viento y lluvia fuerte, ruido del agua contra los cristales del hotel, y alguno pensaba que lo mismo hasta suspendían la carrera, (y alguno rezaba por ello). Pero aquí, en Donosti eso no pasa, son gente dura y curtida y haga lo que haga, la carrera se hace.
Llegó el domingo 10 de Noviembre la gran cita del atletismo popular en San Sebastián, y de los 33.000 inscritos, tomamos la salida 28.500 valientes. Primero había llegar hasta Behovia, (algunos en tren, otros en coche)….., paseo hasta la salida, a 2 kms del apeadero del tren, (calentando), y sin parar de llover, (a veces fuerte, a veces suave).
La salida de esta carrera es brutal: 19 salidas consecutivas, rock vasco a todo volumen, gente animan
do en el puente que hay paralelo a la zona de salida, y agua…, mucha agua…., pero daba
igual, todos bailábamos y saltábamos, no sé si por alegría, por calentar o por no desentonar con el ambiente festivo que nos rodeaba.
La carrera en sí es muy bonita, 20 kms por asfalto con 2 subidas un poco más exigentes, en el km 6.5 y en 16…., y luego largas bajadas, largos llanos…., pero lo más sorprendente de esta carrera, sin duda es el ambiente festivo que la rodea completamente:
los corredores van disfrutando, la gente que anima durante TODA la prueba es alucinante. Ya lloviera, venteara, granizara, daba igual, allí están familias enteras dándote ánimos y llevándote en volandas a esa dura cuesta o a esa bajada continua, o ese llano interminable. Es una carrera que no se hace larga para nada, siempre tienes palabras y gritos de ánimo de los espectadores, además de pasar todo el tiempo con animación musical, ya venga de una casa o de un coche con el maletero abierto y los altavoces a todo volumen. Ese día no pasa nada, nadie se queja, a nadie molesta…., se está corriendo la Behobia, y todo vale; hay hasta un personaje en manga corta, (le da igual el frío), con una bandera gigante doble, pirata e ikurriña, y los corredores se paran a hacerse fotos con él….Además regala galletas María Fontaneda….Alucinante.
La llegada a San Sebastián es alucinante: desde el km 17, empieza una cuesta abajo muuuuy larga y luego llaneando hasta la playa y posterior zona de meta en el boulevard, un pasillo increíble de gente animando, (parecía la subida del Tourmalet en el tour de Francia), jamás había visto tanta gente animando una zona de meta en una carrera…, te llevan en volandas hasta conseguir el objetivo de llegar.
Nos ha llovido fuerte, medio y suave, nos ha granizado, ha hecho viento suave y fuerte…., pero sin duda ha sido una de las mejores carreras de nuestra vida. Y qué decir tiene que todo empezó en la tarde-noche del viernes.
Si duda un fin de semana de magnífica convivencia con el equipo y echando de menos a la gente que no ha ido. El año que viene hay que fletar un bus para todos y hay que liar a más gente. Nosotros sin duda, REPETIREMOS.
Los corredores fueron Mario, Raquel, Carlota, Vicente, Jorge, Sonia, Esther, Marta, Azucena, Sonia y Queco. (Jorge venía chungo de Madrid, y Sonia sigue recuperándose…, pero damos fe de que tuvieron su buena carrera el viernes-noche)
Un abrazo para todos y os esperamos el año que viene.
ESKERRIK ASKO, TRICEB